viernes, 18 de julio de 2008

Levante en el Estrecho

Abre tu mente: escucha, observa todo lo que ven tus ojos, huele el olor a mar a sal y arena, acaricia la mano de un niño, el pelo de tu perro que te observa con dulzura en sus ojos, cómete un helado como si te comieras la vida, con placer, sin impaciencia, disfrutando de cada cucharada, revolviéndola en tu paladar.
El mundo está esperando que alguien lo escuche, lo mire, lo huela, lo sienta, lo paladee. No puedes disfrutar de la vida si no abres tus sentidos.
Mira ese mar revuelto por las olas, con el levante arrasando todo lo que encuentra, haciendo que la arena suba camino del cielo, pinchándote los pies como finos alfileres. Acércate a la orilla, libérate con la arena mojada.

2 comentarios:

Carmen dijo...

Hola, Adelichi, ojalá estuviera áhí, oliendo y caminando esas arenas. Ahora vengo de Asturias, que tampoco es moco de pavo, con ese verde que huele continuamente a hierbas varias que no ves, pero que sabes que andan por ahí. Una maravilla de aldeas y senderos, de carreteritas con el encando de las curvas y paisajes totalmente verdes.Me ha encantado. Pronto estaré por el sur del Sur. Un beso,
CMC

Ana dijo...

Como el viento, de repente llega a tu vida alguien. No sabes nada y no importa, algo te lleva, irresistiblemente, hacia algunas personas, afortunadamente.
Saborear la vida: las miradas, las sonrisas, el tiempo con un amigo, las palabras que se dicen y las que se han de guardar en el alma.
Y, como no, "el helado". . . Creo que me sabrá distinto, algo habrá cambiado . . .

Un abrazo Adeli