domingo, 26 de julio de 2009

GRACIAS Y DESGRACIAS

Doy las gracias a esa mujer que me ha sonreido mientras me daba las gracias porque me he inclinado para recoger su mechero del suelo, en el que había caido. LLevaba un niño pequeño en brazos, casi un bebé. Se me ha grabado su cara de ternura.
Me siento desgraciada por el dolor que causo a los que quiero, por no saber sobreponerme a la tristeza, por intentar hacer "de tripas corazón" y mantener el tipo ante la desdicha, ante el desaliento, ante el desconsuelo.
Sueño con la felicidad y no me puedo creer que dependa de mí.

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