Hoy es el día más largo del año y con él se marchitaron ya las amapolas de la primavera: el viento nos lleva al verano. Las hojas de los árboles ya están pobladas y dispuestas a refugiarnos del sol.
La noche de este 23 esperaremos ansiosos las hogueras para recibir, a las 12 en punto, el día de San Juan. Esa noche mágica en que meteremos nuestros tobillos al borde de la playa, en que quemaremos algo viejo en el fuego mientras pedimos algún extraño deseo.
Esa noche de rito pagano que en España recorre muchos pueblos y ciudades y donde, por una noche, todos comparten sus risas, sus emociones y sus anhelos.
Habrá que dejar agua con flores en el balcón y lavarse la cara con ella al día siguiente: la mañana de San Juan porque así se asegura la eterna belleza de nuestras almas. Habrá que tener una vela encendida en cada casa para asegurarnos la felicidad hasta el nuevo verano....
Seguiremos el rito, aunque sea por costumbre, por superstición, por ilusión, porque motivos no nos faltan.
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