sábado, 13 de junio de 2009

EL VIENTO QUE NO CESA

Una brisa sería agradable. El viento de levante, mientras España se agobia de calor, nos tiene aturdidos. En la calle nos dobla, nos despeina, nos aturde. En la casa se nos cuela por las ventanas hasta todos los rincones.
Este levante trae la arena de la playa en el ambiente. Esa arena, con la humedad, se convierte en el barro que se pega a los cristales.
¿Cuántos días de levante? Disfrutar de la playa es un sueño que el levante no deja que se cumpla. Es increíble saber que ahí está esa bellísima y enorme playa pero que no podemos siquiera acercarnos a ella sin que nos azote la arena en el rostro.
No podemos hacer otra cosa que esperar pacientemente a que se vaya y vuelva o la calma o el fresco poniente. Ese poniente traerá también un respiro para que bajen las temperaturas de toda España.

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