viernes, 15 de mayo de 2009

SENSACIONES, NO SENTIMIENTOS, NO EMOCIONES

Vista: mira a tu alrededor, observa como un niño todo lo que pasa. No te pierdas absolutamente nada.

Oído: Agudízalo para escuchar lo que importa, puede ser algo tan bonito como el canto de un pájaro, como las olas del mar, como un niño jugando...pero también circula un coche, frena un autobús. Vívelo.

Olfato: Huele como si nunca hubieras olido. Vuélvete como un sabueso. Olisquéalo todo. Todo tiene su olor: una lata de sardinas, el aire que respiras, el humo del tabaco, el aroma del café recién hecho.

Gusto: Saborea. Incluso saborea la nada. La saliva de tu boca también es un sabor. Ese plato cocinado a fuego lento, pero también que has precalentado apresuradamente y que preparaste la noche anterior. NO te pierdas su sabor.

Tacto: Toca cuanto hay a tu alrededor. Acarícialo. Vívelo. Desde que te levantas entre las sábanas hasta que vuelves a acostarte en ellas toca el agua de la ducha, toca la piel de tus manos, toca tu pelo, toca a esa persona "ajena" que tienes cerca y se deja acariciar. Toca todos los objetos diarios: siente si son rugosos, suaves, calientes, fríos.