viernes, 12 de marzo de 2010

MIGUEL DELIBES

Sabio indiscutible que te has ido, ya sé que no coleccionabas premios ni medallas pero que llenaste tu casa con los más importantes de las letras españolas. Faltó el reconocimiento internacional de un Nobel pero, a cambio, has tenido también el de la gente sencilla que descubrió tu literatura.
Así se cumplió tu deseo, porque hoy te aplaude la gente de la calle y todos dicen de tí aquello que tu dijiste para definirte:

SOY UN HOMBRE SENCILLO QUE VIVE SENCILLAMENTE

Me he enterado de que tu obra favorita es VIEJAS HISTORIAS DE CASTILLA LA VIEJA y, te confieso, que tendré que leerla.

VOLVER AL VERANO

Estoy impaciente por ese cambio de hora que me devuelve la luz y el calor de los días largos. Poco más de dos semanas y estará aquí.

Dicen que hace cincuenta años que no llovía tanto, que no nevaba tanto, que no hacía tanto y tanto frío. Yo lo que sé es que está resultando uno de esos inviernos interminables, oscuro incluso en pleno día.

Pero el 28 de marzo, oficialmente, obligaremos a que los días sean más largos y crecerán cada vez más hasta la noche de San Juan.