jueves, 22 de octubre de 2009

EL MAR O LA MAR

Es del dominio público que para los pescadores siempre será LA MAR. Los que somos de tierra adentro, incluso los que estamos en la orilla siempre diremos EL MAR.
El mar es azul e inmenso, se confunde con el cielo, y es fácil perdernos y soñar con su horizonte. Los amaneceres son amarillos y los ocasos morados y pálidos. Nunca me cansaré de mirar al mar.
Dicen que los pescadores lo llaman en femenino porque sienten que la mar es como una mujer de la que están enamorados y a la que están unidos, pero lo cierto es que los que estamos a su orilla también lo sentimos como una atracción desbordante, como un embrujo, como algo de lo que no se puede escapar.
Cuando vivía a setecientos Km de aquí, siempre que pisaba la costa, antes de ver incluso mi alojamiento, iba corriendo a la orilla para pisar la blanca arena y perderme en su azul.
Eran tiempos en que sólo podía verlo cada año y ahora siento que es un privilegio amanecer aquí, mirar las olas y perder el tiempo oliendo la brisa. Esa brisa fresca que lo envuelve todo.
¡Ojalá nunca tenga que renunciar a vivir en la orilla! Me siento afortunada.