Este cuadro es mi copia de la pintura original de Isabel Romero (pintora residente en Tarifa y de quien soy alumna).
Representa La Isla de Las Palomas. Se trata del punto más al sur de Europa. Separa el Mar Mediterráneo del Océano Atlántico, pero no está aquí por su belleza, que es indudable.
Aunque antaño se utilizó para fines militares, hoy por hoy es donde llevamos a los "sin nombre" que llegan en pateras a la costa o son rescatados en pleno Estrecho, cuando van a la deriva. En esta Isla de las Palomas, bajo los atentos cuidados de la Cruz Roja y la custodia amable de La Guardia Civil, reciben el calor humano, los primeros alimentos y la modesta ayuda que se les puede ofrecer mientras se espera el "trámite" para que sean repatriados.
En la Isla de las Palomas es donde mueren los sueños y empieza el camino de vuelta hacia la tierra que quedó atrás por la falta de ilusión, de esperanza. A la tierra de la miseria, de la pobreza. A la tierra de la que salieron huyendo.
¡¡Maldita isla!! No quiero que albergues a estos pobres hombres y mujeres...
Ha habido muchos proyectos para convertirte en otra historia, en otro mundo. Yo quiero que seas un observatorio de aves, un centro de ocio, cualquier cosa. Cualquier cosa que no recuerde que unos extraños están a la espera de regresar a aquellos lugares de los que han salido. Y de allí salieron luchando, pagando, arriesgando su vida: eso no debemos olvidarlo.
(No han aparecido las víctimas anónimas de la última patera. Ya es tarde para eso, aunque todavía ayer ví un helicóptero buscando).
