Algo se ha muerto en mi alma, cuando tuve que dejar lejos a los amigos de toda la vida, a los de los últimos años, a los de la ciudad en la que nací, crecí y viví.
A veces me gustaría poder darle un poco a las manecillas del reloj y volver unos años atrás. Terminar conversaciones que quedaron interrumpidas por motivos tontos, ver a algunos más veces y más tiempo, intentar recuperar el tiempo que ahora sé que he perdido.
Ahora, cuando alguno de ellos me necesita o lo necesito, sueño que estoy ante una taza de descafeinado (ni el café ya me conviene...) intentando escuchar y no hablar tanto. Intentando aprender a comprender. Intentando comprender los silencios y saber corresponder a algunos de esos silencios importantes a los que respondí con algunos bla, bla, bla....
Un poquito de perdón no me iría mal, aunque sé que algunos de vosotros pensais que es tontería, que eso ya pasó y que mire al futuro, que el pasado ya se fue.
El pasado ya se fue pero existe. Está ahí, mirándome de frente en los momentos de nostalgia y me tortura con la idea de que en muchos momentos actuales debería estar ahí.
Estar ahí para estar con quien más lo necesita, lo desea o lo siente.
domingo, 15 de marzo de 2009
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2 comentarios:
Te entiendo perfectamente. Debemos caminar hacia adelante, pero el pasado está ahi, y a veces entran ganas de poder volver atrás y arreglar algunas cosas.
Perdóname pero hasta hoy no había leído tu comentario. Muchas gracias.
Es cierto que "entran ganas de volver atrás"....sin embargo, la vida es un viaje sólo de ida: no ida y vuelta.
Un abrazo,
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