El rencor, como la venganza, no son buenos sentimientos. A veces, la frustración nos hace pensar que algunas personas no merecen lo que les damos de nosotros mismos: nuestras ilusiones, nuestras confidencias, nuestros pequeños o grandes secretos.
Pero hay que ser humilde y saber perdonar a "los que no aprecian esas margaritas".
Sembrar y luego cosechar dicen..... ¿Y si se pierde la cosecha por una granizada a destiempo o por una larga sequía?
Seguiré sembrando. No por eso soy más buena, simplemente es mi caracter y, a estas alturas, no lo puedo ni lo sabría cambiar.
martes, 3 de marzo de 2009
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1 comentario:
Me siento así estos días en los que mi cabeza me dice que me vengue, pero sé que no tengo que hacerlo... que debo continuar siendo como soy, dando sin esperar nada a cambio... pero cuesta mucho... por suerte siempre hay alguien que te envia un poco de luz.
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