Sabio indiscutible que te has ido, ya sé que no coleccionabas premios ni medallas pero que llenaste tu casa con los más importantes de las letras españolas. Faltó el reconocimiento internacional de un Nobel pero, a cambio, has tenido también el de la gente sencilla que descubrió tu literatura.
Así se cumplió tu deseo, porque hoy te aplaude la gente de la calle y todos dicen de tí aquello que tu dijiste para definirte:
SOY UN HOMBRE SENCILLO QUE VIVE SENCILLAMENTE
Me he enterado de que tu obra favorita es VIEJAS HISTORIAS DE CASTILLA LA VIEJA y, te confieso, que tendré que leerla.
viernes, 12 de marzo de 2010
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1 comentario:
Creo que marchó humildemente como él era. Pero muchísima gente guardará su recuerdo para siempre :)
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