Puntualmente, con su luz de siempre, sus días largos y su viento fresco ha llegado mayo. Una vez más están llenándose las iglesias en domingo con esas niñas de blanco, vestidas como pequeñas novias, y esos niños elegantes con cruces de madera colgadas del cuello.
Puntualmente también las flores han desplegado todos sus radiantes colores y los jardines lucen sus mejores galas.
Y también, como siempre, las nubes son mucho más altas y menos grises y las playas tienen sed de bañistas. El mar parece más azul y más brillante. Los niños invaden las calles con sus juegos y las madres también, con sus voces, llamándoles para que dejen de jugar en el parque.
Es cierto que todo invita a vivir y aprovechar los días. Todo parece llenarse de carteles "carpe diem" para avisarnos de que cada instante es un valioso regalo que no podemos desperdiciar en este luminoso mayo.
lunes, 3 de mayo de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario